Esta soy yo, la que normalmente encontrarías detrás de la cámara.

Cuando la fotografía se cruzó en mi camino no pude evitar seguirle el rastro. Jugué con ella unos años hasta que quise profundizar más y decidí formarme. Estudié durante tres años en el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya.

Allí me enseñaron a amar y valorar la fotografía como la forma de expresión única que es.

Descubrí la magia de los haluros de plata y también la de las nuevas tecnologías. Ahora ya hace unos cuantos años que me dedico profesionalmente a esta mi pasión.

Los fotógrafos tenemos la capacidad de contar historias, y cada uno tiene una forma particular de afrontar ese reto en base a sus experiencias y emociones. Mi forma de trabajar defiende la naturalidad de los momentos, la autenticidad de las cosas y las personas tal como son. Saber encontrar la poesía de aquello que observas es importante en esta profesión.

También pongo mucho mimo en todo el proceso creativo. Desde las primeras conversaciones con el cliente hasta el día de la entrega del trabajo en sus diferentes formas.

Ahora echa un vistazo a mi trabajo y si sientes una conexión con él estaré encantada de explicar tu historia con mis palabras.