Boda Erica & David

“El anciano le confía entonces que un tañedor de laúd que ha llegado a la cumbre de su arte ya no necesita su laúd para expresarse.
Cuando el joven músico regresa a su pueblo, la gente lo recibe como a un héroe.
Sin embargo, nadie comprende por qué nunca se le ve con su laúd ni por qué, algunas veces,
resuena en el aire una sinfonía de sonidos maravillosos e insólitos tocados por un laúd inexistente.”

Siete cuentos fronterizos de Georges Moustaki